viernes, 28 de mayo de 2010

Cierta compasión

Si eres mi peor enemigo y estas leyendo esto voy a decirte eso que no te deseo ni a ti. Ya sabes, aquello de "No se lo deseo ni a..."
No te deseo empezar un año con todos los planes por delante y todas las ganas de disfrutarlo y que luego pase el tiempo y te des cuenta de que te las has arreglado para robártelo a ti mismo. Ver todas esas ilusiones perdidas, todo ese tiempo malgastado y darte cuenta de nadie te lo va a devolvera, y que es sólo culpa tuya.
Todo lo demás sí, espero que te pase. Porque seas quien seas, te odio.

jueves, 20 de mayo de 2010

domingo, 9 de mayo de 2010

Vidas Cruzadas

No sé si puede decirse que la culpa es toda mía o no. Yo, la verdad, nunca me consideré malo. Pero no sé, cuando repaso la lista de toda esa gente que dejé atras, en el camino, esas vidas cruzadas, no puedo evitar pensar que algo debí hacer terriblemente mal. Viendo lo lejísimos que están ahora de mí, lo poco que me importa la mayoría del tiempo y lo poco que me acuerdo hasta que lo hago... viendo lo poco que les importa a ellos y cómo me olvidaron a las primeras de cambio y me abandonaron tengo también que preguntarme si es que a lo mejor yo no soy lo que creía que era. No tan importante, parece.
En todos estos años más que amigos, puede decirse que lo que he ido acumulando son antiguos desconocidos o leves conocidos. Bueno, extraños.

viernes, 7 de mayo de 2010

Hacerse mayor también significa aprender a aceptarse

Pensaba que lo que mataba la pasión era la adoración. Cada vez que atisbaba un poco de ella, me decía: vaya por Dios, vamos a tener que ir acabando con esto.
Pues bien, me he dado cuenta de que me encanta la adoración, la echo de menos. Quiero volver a sentirla. Esa vieja compañera; dádmela en cantidades industriales, la quiero toda.
Por favor... me hace sentir mejor conmigo mismo.

miércoles, 5 de mayo de 2010

Tú mataste para mí El Caribe

Si hubiera tenido que ponerte nombre
hubiera sido compuesto.
Te hubiera llamado
"Como quedarse sin alcohol",
"Habitación vacía" o tal vez
"Crema sólida".
Hubiera gritado ¡No!¡Esperen!
antes de que el cura hubiese derramado
agua bendita sobre tu minúscula nuca.
No lo haga todavía, habría dicho yo.
Mire aquí, asómese a la pila y lea
el futuro en el ondular de su reflejo:
observen, pero abstenganse embarazadas
y aquellos que padezcan del corazón
cómo este diminuto ser, este regalo
ese aún sólo pureza
estrangulará en dos décadas con sus dedos
mi alma.
Y bendiganla luego, si se atreven
¡Quien se atreva!
Te hubiera llamado de esa forma porque no sé
qué nombre describiría lo que se siente
al perder los cigarrillos
o la fe, por poner algún ejemplo.
Porque no quiero llamarte tampoco
"Papá y mamá se separaron"
y porque
"El amor existe, sí, pero casi siempre duele"
se me antoja demasiado largo.