miércoles, 5 de mayo de 2010

Tú mataste para mí El Caribe

Si hubiera tenido que ponerte nombre
hubiera sido compuesto.
Te hubiera llamado
"Como quedarse sin alcohol",
"Habitación vacía" o tal vez
"Crema sólida".
Hubiera gritado ¡No!¡Esperen!
antes de que el cura hubiese derramado
agua bendita sobre tu minúscula nuca.
No lo haga todavía, habría dicho yo.
Mire aquí, asómese a la pila y lea
el futuro en el ondular de su reflejo:
observen, pero abstenganse embarazadas
y aquellos que padezcan del corazón
cómo este diminuto ser, este regalo
ese aún sólo pureza
estrangulará en dos décadas con sus dedos
mi alma.
Y bendiganla luego, si se atreven
¡Quien se atreva!
Te hubiera llamado de esa forma porque no sé
qué nombre describiría lo que se siente
al perder los cigarrillos
o la fe, por poner algún ejemplo.
Porque no quiero llamarte tampoco
"Papá y mamá se separaron"
y porque
"El amor existe, sí, pero casi siempre duele"
se me antoja demasiado largo.

1 comentario:

Caos dijo...

Me gustó...hay cosas a las que es mejor no ponerles nombre.

saludos caóticos