He recorrido estas calles
infinidad de veces
desde que era niño.
A veces en bicicleta,
otras andado y alguna vez
de la mano de niñas tostadas por el sol.
Hace tiempo que no puedo decir
cual será la última vez.
Cuando todo acabe y a ninguna
de estas casas pueda llamar hogar,
volveré a pasear arrastrando
mis dedos entre los jazmines
que huelen a inocencia, a infancia
y a simplicidad
saludando a ya desconocidos
y antiguos compañeros de juegos
a los que diré
que entre sus setos mi pelo tornó oscuro
y rodeado de sonrisas me hice mayor.
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2 comentarios:
las mentiras que uno solo dice cuando todavía va al instituto.
?
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