viernes, 11 de mayo de 2012

De lo que una vez tuve
ya no queda nada.
Si conservo el norte es sólo
porque no es mío para perderlo.

jueves, 10 de mayo de 2012

El estratega

Sólo la conocía desde hacía una semana, pero enseguida supe que quería casarme con ella. Sin embargo, como no quería agobiarla proponiéndole matrimonio tan pronto, decidí esperar un par de días.

miércoles, 9 de mayo de 2012

El rojo y líquido elemento

Sangre, sangre, sangre.
Lo que nos une y nos separa.
Tú, con tan poca sangre.
Yo, parece que tenga demasiada.
Tu sangre, fría y quieta.
Reposada. Inalterable.
Más que sangre,
una estatúa que la representa.
Más que sangre,
se diría que una foto suya
es lo que te ocupa las venas.
La mía, en cambio,
es sangre.
Sangre de verdad.
Sangre, sangre, sangre.
Todo lo real que llega a ser.
La mía es,
más que ninguna otra,
fluída, hemoglobínica
y débil.
Hierve antes de que lo haga el agua y,
cuando me atraviesan
tu mirada
y
tu silencio,
arde.
Tu sangre y mi sangre
son incompatibles.
Cerca de la tuya,
la mía se revuelve y reacciona.
Duele.

Sangre, sangre, sangre.
Lo que nos une y nos separa.
Más lo que nos separa.
Es por eso que ahora
me abro los brazos,
la carne,
las venas;
para que salga toda
y ya no moleste.

miércoles, 2 de mayo de 2012

Apuntes sobre la crisis

Recuerdo:
secuencias de películas,
conversaciones de bar,
spots publicitarios,
voces de adultos,
promesas perdidas.
Un tono de humor general.
Echo un vistazo al mundo de hoy
y decido que alguna generación
nos debe dinero.


No es que esté de acuerdo con cómo funcionan las cosas.
Sin embargo, no recuerdo a ningún periodista, político ni intelectual de ninguna clase (excluyendo de la palabra "intelectual", por supuesto, a los actores)quejarse de nada hace un par de años cuando hipotecaban sus casas por tecera vez y el banco les prestaba dinero para comprar un coche alemán o un piso en la costa de Levante.
De aquellos polvos vienen estos lodos, amigos, y, entre medias, yo ni siquiera me he corrido.


Si lo pienso bien no sé con quién se enfadan; llevan 50 años gobernando y habitando el mundo y yo, que todavía no he tenido oportunidad de gastarme un dinero que no tengo, como ellos, pagaré una deuda que no es mía.


No os engañéis, generación Pokémon, a ésta invitamos nosotros. Todo lo que dure y algo más. Aunque, con suerte, estallará una guerra y ya no habrá que preocuperse de comprar cosas, caras o baratas. Y, de paso, quizá nos hagamos hombres.