Para qué te quiero si no puedo quererte.
Si sé que hay cosas que nunca dijiste aunque las sintieras,
lo noto, sí, lo noto
lo noto y lo odio,
lo detesto, veo rojo de pensarlo.
Ojalá esas cosas fueran fuego,
te quemaran dentro y explotaran,
explotaras.
Mejor para mí,
porque para qué te quiero
si no puedo quererte.
Todo sería más fácil si no estuvieras,
pero estás.
Estás cada día,
a veces más y a veces menos,
pero no te vas.
¿Por qué? Buena pregunta,
sin respuesta
como casi todas.
Así eres tú:
un gran enigma sin resolver.
¿Eres humano? Yo que sé.
Quizás no, y si lo eres no te gusta serlo.
Yo quiero a alguien de mi naturaleza,
con sentimientos más allá de los que se escriben,
que sepa llorar y ser débil,
que sepa saltarse las reglas de lo correcto.
Estás muy lejos.
Tan lejos que no puedo quererte.
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