Parece casi como si hubiera nacido de un enchufe
con una velocidad implícitamente acelerada
y me propague con la misma rapidez que su corriente.
Mis partículas viajan a la velocidad de la luz
y todo lo que me rodea se convierte
automáticamente en manchas y borrones de colores.
Yo no quiero ir tan rápido pero no sé como pararlo
mis lágrimas de rabia se evaporan antes de mojar mis párpados
ni siquiera tienen tiempo de formular su mensaje de socorro.
La vida se acelera alrededor y mis dedos no aciertan a atraparla
quema su fricción y se escurre entre ellos
y mientras yo me desintegro a esta velocidad, fundiémdome en mi estela.
Que alguien lo pare, por favor, que alguien me pare.
Nadie preguntó nunca si yo quería ser corriente eléctrica,
ahora, mirando atrás, donde se difumina lo que queda de mí
entre todas esas cosas que no tienen tiempo de tomar forma
sé que habría elegido ser agua de regadío
si alguna vez hubiera tenido la oportunidad.
Pero ahora todo acabará antes de que pueda siquiera darme cuenta
no quedará nada, no me queda tiempo.
Ni siquiera el mismo final está preparado para mi velocidad,
llego demasiado rápido, demasiado pronto.
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