Vendrán tus piernas
y borrarán rastro de todo pecado
salvo uno.
Cambiarán la naturaleza
de las cosas y las noches,
traerán la paz a la sinrazón,
a la incertidumbre.
Sonreiré como un niño
que no hubiese conocido el mal
antes de llegar la salvación
y la pureza de tu cuerpo
devolverá el valor a la palabra fé.
Vendrán tus piernas
y no volveré jamás a estar a solas.
Vendrán tus piernas
y su reino no tendrá fin.
martes, 25 de diciembre de 2012
Y de nuevo vendrá con gloria...
Sevilla bien vale una misa
Para mí hay pocas costumbres más hipócritas que el rito de la paz de la eucaristía cristiana. Me refiero a que no les deseo ningún mal en absoluto a los desconocidos del banco de delante o detrás, pero les mataría sin dudarlo para proteger a los del mío.
Ah, sí, Feliz Navidad.
viernes, 14 de diciembre de 2012
Los Reyes Magos no son los padres
mírame a los ojos directamente
y miénteme.
Me parece siempre igual de fascinante
cómo cada vez que lo haces,
no matter what,
todas las fibras de mi cuerpo
se ponen de acuerdo para creerte.
jueves, 13 de diciembre de 2012
Huir del S. XXI
No se me ocurre nada que me apetezca hacer vestido de traje.
Todas las cosas que de verdad me gustan se hacen con poca o ninguna ropa y, desde luego, no con ropa formal.
Cuanto menor es la calidad y cantidad de ropa que se lleve, más divertida es la actividad. Sentirse bien dentro de un traje no es más que el premio de consolación.
Una vez abandonada la ilusión de la ambición, tan sólo queda la posibilidad del ascetismo.
Yo quiero o bien poder tenerlo todo o no necesitar nada.