Vendrán tus piernas
y borrarán rastro de todo pecado
salvo uno.
Cambiarán la naturaleza
de las cosas y las noches,
traerán la paz a la sinrazón,
a la incertidumbre.
Sonreiré como un niño
que no hubiese conocido el mal
antes de llegar la salvación
y la pureza de tu cuerpo
devolverá el valor a la palabra fé.
Vendrán tus piernas
y no volveré jamás a estar a solas.
Vendrán tus piernas
y su reino no tendrá fin.
martes, 25 de diciembre de 2012
Y de nuevo vendrá con gloria...
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