Imagino que estaremos de acuerdo en esto. A veces se hace muy complicado pensar que las cosas van a ir a mejor. Coges un puñado de semanas consecutivas y no puedes ignorar el hecho de que han sido una absoluta pérdida de tiempo. Todas ellas. Pasas un rato intentando salvar algo, encontrar una lección, te desesperas. Piensas "Eh, ¿qué sentido tiene todo esto?". Te desesperas un poco más. Quizá golpees algo, la cama, un seto, quizá aprietes tanto los dientes que te piten los oidos. Puede que quieras pararte en medio del parque y gritar. Todas estas cosas parecen ridículas desde fuera pero quizá a ti te ayuden. Una noche tras otra llegas a casa y tiras las llaves sobre la mesa con desgana, es temprano por la mañana y te apuntas otro fracaso. Parece que ya ni la noche ayuda. Piensas en no volver a salir de casa por un tiempo.
A veces es realmente difícil pensar que puede cambiar pronto, que las cosas pueden empezar a ponerse menos en contra por aquí. Quieres abandonar. Luego, oyes algo en una televisión mientras andas por el pasillo y te ríes. Ves una película y sonríes delante de la pantalla. Desde fuera parece ridículo pero a ti te ayuda. A veces no piensas. Otras sí, y en el fondo sabes que las cosas siempre van a mejor, siempre sabes que te reirás de repente o que te gustará algo que veas o que oigas. Que volverás a ilusionarte. Y un día, con suerte, te das cuenta que todo ha pasado ya. Hasta la próxima, sí, pero también entonces contarás con la promesa de mejores tiempos. Y eso es más o menos todo. Supongo que seguimos de acuerdo hasta aquí.
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