Tus ojos ya no son míos.
Me siguen persiguiendo.
Los sé clavados en mi nuca
aunque ya no son míos.
Eres el fantasma de todas las navidades.
De las estaciones.
Y aunque me oculte a plena luz
siempre habrá noches solitarias
y tú reinarás en su oscuridad
siguiendo el camino de tus ojos.
lunes, 7 de abril de 2008
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