Algunos malgastan sus noches tumbados en la cama, acostándose temprano y soñando un mañana como solución espontánea.
Otros las queman afuera, inyectándose sustancias extrañas e invasivas, aterrados ante la posibilidad de pasar un noche sin dormir, mirando al techo y finalmente, pensar.
¿Cómo juzgar, cómo decidir cuál de las dos es mejor que la otra? ¿Por qué hacerlo?
Si, al final, reciclar o no son dos maneras distintas de tirar la misma basura.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario