martes, 10 de agosto de 2010

Abogado del Diablo

Y cuándo el día acabe,
¿quién levantara un dedo en tu defensa?
¿Quién dará un paso al frente,
y alzará la voz para decir:
No.
Ella no. Ella es pura?
Porque alguien deberá abogar por ti
cuando caiga la noche y seas juzgada
bajo las pupilas de aquellos
a los que enseñaste el significado
de palabras como "dolor" o "rabia".
Cierra los ojos y mírate
en el espejo oscuro de tus párpados.
Dime, cuando la negrura lo invada todo
y la luz se fugue
¿crees que podrás distinguir entre ella tu alma?

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