lunes, 16 de agosto de 2010

Semántica

Si dijera que no pienso en ti, mentiría. Porque si no pensara en ti, no estaría escribiendo esto. Es lógico. Estaría escribiendo sobre otra cosa, o sobre nada.
Sólo negar el hecho de que esté o haya estado pensando en ti es ya de por sí pensar en ti. Aunque sea de rebote. No es posible pensar en no pensar en ti si no pienso en ti previamente, aunque sea solamente como un requisito indespensable, así que por esa parte tengo las manos atadas. Incluso cuando no quiero hacerlo pero se me escapa, o algo me recuerda a ti, pasa un eterno instante entre que me doy cuenta e intento pensar en otra cosa y, en algunos casos- no te voy a engañar-, me recreo pensando en ti todo lo que dura. Me lo tomo libre. Lo utilizo como excusa.
No puedo no pensar en ti si ocupo gran parte de mi tiempo esforzándome por no hacerlo. Como en esa película que está de moda, que le preguntan a un tipo "¿Qué es en lo primero que piensas si te digo que no pienses en elefantes?" El tipo piensa inmediatamente en un elefante, igual que yo ahora mismo o cualquiera que lea u oiga esa frase. Pues algo parecido. De hecho quien lea esto también podría estar pensando en ti justo ahora, si te conociera. Se dice que nos pitan los oídos cuando hablan de nosotros, ¿qué es lo que suena cuando lo que hacen es pensar sobre nosotros? ¿El bulbo raquídeo?
No es culpa mía pensar en ti, no me siento responsable de ello. Es un acto reflejo y todavía no sé qué es lo que lo dispara. Así que no es algo que yo busque, es sólo que ocurre. No es que piense en nada concreto, si no que hay un momento en el cual te paseas por mi mente. Entras y sales. A veces tardas más y a veces, menos. Lo que tardo en darme cuenta de que estoy pensando en ti, termino de hacerlo y paso a pensar en otra cosa.
Como ahora, que me estoy dando cuenta que llevo pensando en ti todo este rato que he estado escribiendo sobre pensar en no pensar en ti y voy a volver a encender la televisión o tararear una canción, que siempre funciona.

No hay comentarios: